martes, 22 de septiembre de 2009

LA SEXUALIDAD EN LA TERCERA EDAD ES POSIBLE

Los seres humanos somos dialécticos por naturaleza, somos y no somos al mismo tiempo, somos: niño, adolescente, joven, maduro y viejo. Empezamos a envejecer desde que nacemos. El envejecimiento es parte de la vida misma y con ella termina.


El aumento de los años de vida, es un fenómeno nuevo, al cual aún países ricos y poderosos están adaptándose, lo que antes era un privilegio para unos pocos pasó a ser una experiencia creciente en todo el mundo. Hoy los individuos de más de sesenta años, constituyen un porcentaje significativo de la población total. Esto hace necesario asumir las demandas de salud específicas de esta franja etaria, puesto que cada etapa de la existencia tiene necesidades diferentes.


En este trabajo nos ocuparemos de las necesidades de la llamada tercera edad, signada por un sin fin de mitos especialmente referidos a su capacidad sexo erótica. Contrariamente a lo que muchos creen y que promueven los medios de comunicación a partir de la relación que presentan entre sexualidad y belleza corporal, la función sexual no desaparece, la mujer pierde la capacidad reproductiva pero no el deseo sexual, el hombre tampoco, lo importante es entender que a esta edad se producen una serie de cambios físicos y psíquicos que pueden repercutir en el tipo de respuesta sexual, su frecuencia, pero de ninguna manera en la capacidad sexo erótica del ser humano.


Considero importante referir que el origen de la palabra menopausia es griego. Este término se refiere en forma estricta la última menstruación, ya que “men” significa mes y “pausis” cesación. La palabra climaterio tiene, desde su origen, una concepción más amplia. También deriva del griego “klimakterios”, que puede traducirse por época crítica. Se refiere al periodo desde que comienzan las irregularidades menstruales hasta la última ovulación. El uso ha hecho sinónimos a ambas palabras.


Se lo llame menopausia o climaterio, la mujer sabe que en esta época de su vida ocurren cambios importantes, que van mucho más allá de lo fisiológico y suelen afectar muchos aspectos de la vida. Desde la aceptación de los cambios graduales en la apariencia física, las dudas sobre la sexualidad o sentirse capaz de encarar nuevos proyectos. Lo importante es no tomar estos cambios como problemas sino como pequeñas dificultades que pueden significar un paso activo en la búsqueda de una excelente calidad de vida.


CAMBIOS FISIOLÓGICOS:


En la mujer: La menopausia comienza entre los 48 y los 51 años, en esta etapa el eje hormonal hipotálamo-hipófisis-gónadas femenino con influencia en los mecanismos de la reproducción humana y en la conducta sexual, sufre una brusca modificación.


Los ovarios cesan en su función como órgano endocrino, a partir de este momento los órganos que dependían en mayor o menor medida de los esteroides sexuales como el útero, la vagina, la vulva, el cerebro, el hueso y la piel, comienzan a manifestar cambios en su funcionamiento. Esto da lugar a la aparición de síntomas y signos, algunos de ellos son: reducción y flacidez de los senos, adelgazamiento de las paredes vaginales, disminución de la lubricación, menor flexibilidad de la vagina que pueden ocasionar molestias durante el coito, esto se puede resolver mediante la consulta médica e indicándose administración de hormonas femeninas. Otro síntoma frecuente son los sofocos cuyo origen se desconoce y que no afectan el estado de salud. El síntoma psíquico más mencionado es el insomnio.


Sin embargo no todas las mujeres tienen síntomas menopáusicos, se considera que el 20% no presenta ningún síntoma relacionado con esta etapa. Además el tipo e intensidad de los síntomas referidos por el 80% son sumamente variables. Esta diferencia se debe a que las manifestaciones del climaterio no tienen un origen único.


Además de la alteración endocrina provocada por la caída abrupta de las hormonas femeninas, es importante tomar en cuenta la influencia de los factores socioculturales y psíquicos.


En el Hombre: A diferencia de lo que ocurre con la mujer es sumamente difícil determinar el momento de la vida en el cual comienza el climaterio masculino, si se considera esta etapa como paralela a la menopausia femenina.


Los niveles de secreción de testosterona bajan en la medida que avanzan los años progresivamente en forma parcial. El envejecimiento afecta al eje hormonal hipotálamo-hipófisis-testículo de diferentes modos produciéndose cambios en el tamaño y firmeza de los testículos, disminuye la cantidad y movilidad de espermas.


Aparece también depresión e irritabilidad, y cambios en la respuesta sexual: falta de impulso sexual, en general se necesita mayor tiempo para lograr la erección y la fase de resolución es más prolongada se necesita también mas tiempo para poder volver a repetir el acto sexual. A su vez los hombres mayores pueden controlar el momento de la eyaculación mejor que los jóvenes lo que presenta una gran ventaja para esta etapa.



LOS DETERMINANTES DE LA SEXUALIDAD HUMANA:


Partimos de entender al ser humano como un ser sexual desde su nacimiento hasta su muerte. (filmina del esquema 9). Los determinantes de la sexualidad se dan en forma

en forma conjunta:


Biológicos: Comienzan desde la conformación del huevo o cigota. Lo que determina cromosómicamente machos o hembras. (puede haber errores genéticos).

A partir de éste sexo cromosómico, el cuerpo se va a formar con características determinadas. (genotipo).


Psicológicos: A través de las etapas evolutivas se construye la identidad: por lo que yo soy, y por lo que creo que los demás creen de mi = meta identidad (percepción de las miradas del otro).


Familiares: Los determinantes psicológicos mantienen íntima relación con la vida familiar y con los códigos y normas que en ellas se dan.

El valor familiar determina particularidades que no compartimos todos. Esto hace a como se va construyendo el mundo para esa familia = mitos y mandatos familiares.


Social: Es ineludible en cuanto al momento histórico que nos toca vivir, al lugar geográfico: ej. sexo oficial = mundo occidental es monogámico, heterosexual y coital.

Lo sexual es una energía poderosa que se toma desde la política, la historia etc. o como en la actualidad por el consumo, a través de ‘el sexo vende’.

Es así como estos determinantes cobran especial importancia en las diferentes etapas de vida. Durante la tercera edad la familia, las pautas religiosas y los mitos influyen de manera negativa para poder realizarse sexualmente y continuar con una actividad placentera. Muchas veces el entorno social llena de desaprobación, censura y vergüenza al anciano debido a su cuerpo y haciéndole sentir que la vejez es asexuada, pasando a ser el romance y el amor privativo de los más jóvenes y lindos.


Es importante también la incidencia de los medios de comunicación social, las personas de la tercera edad no escapan al asedio permanente de los medios, que especialmente en los últimos años han incorporado una imagen de los mayores en torno a una vida sana, años bien llevados, alegría de vivir, que beneficia en alguna medida cambios de actitudes positivas hacia el placer y el ejercicio de la sexualidad.


Según la Organización Mundial de la Salud, la sexualidad es:


‘Vivencia subjetiva dentro de un contexto sociocultural, del cuerpo sexuado, es parte integral de la vida humana y eje de su desarrollo. Se articula a través del potencial reproductivo de los seres humanos, de las relaciones afectivas y la capacidad erótica, enmarcada siempre dentro de las relaciones de género’.


Filminas: sobre sexualidad, determinantes y salud sexual.


En la tercera edad la conducta sexual es fisiológicamente posible y enriquecedora en el camino emocional, sigue desempeñando un papel importante pese a la falta de oportunidades para ejercerla y la marginación que sufre la población añosa.


Mientras se conserve un buen estado de salud no hay motivos para que el interés por las prácticas sexuales desaparezca. Si bien el envejecimiento provoca algunos cambios en la fisiología sexual, esto no implica de ninguna manera imposibilidad de una vida sexual activa o mucho menos falta de deseo sexual y capacidad erótica.


Se observa que la forma de ejercer la sexualidad durante la vejez está determinada por la actitud que la persona ha tenido ante el sexo durante toda su vida. El modelo del acto sexual tal como se practica en la juventud, no se da en la vejez en la que cobran mayor importancia la cercanía, la intimidad corporal y la comunicación.


En esta edad se pierden muchas inhibiciones y se siente la necesidad de gozar con libertad de placeres sexuales que quizás se mantuvieron ocultos cuando se era joven. Al no existir la intromisión en la intimidad de los niños los quehaceres domésticos y dificultades cotidianas referidas al sostenimiento de la familia, para la mayoría de las personas de la tercera edad es el momento de invertir tiempo y energía en el placer del ejercicio del sexo en el sentido amplio de la palabra.



El papel de la Educación sexual en el ejercicio de la sexualidad durante la tercera edad.


El equipo de salud como parte fundamental en la promoción de la salud de la comunidad, debe incluir dentro de sus objetivos programas de educación sexual para la comunidad.


Parte de esta comunidad son las personas de la tercera edad, cuyas características y necesidades varían debido a la etapa etaria.


El equipo de salud debe contar con capacidad técnica, habilidad social y aptitud mental para decidir y actuar en los programas que ejecuta. En el caso de la sexualidad en la tercera edad es fundamental la aptitud mental abierta, para entender que la sexualidad no es privativa de la juventud sino que es parte fundamental des ser humano desde su nacimiento hasta su muerte.


Muchas veces los equipos de salud, a los cuales llegan los adultos mayores con preguntas referidas a su sexualidad suelen actuar inadecuadamente, trasmitiendo ante todo su subjetividad y maltratando a la persona por no soportar el solo hecho de que quieran tener una vida sexual activa. ¿Por qué? Por que la misma consulta los pone de cara a su propia realidad futura: distante o no tanto, pero su propia realidad al fin: todos vamos a envejecer.


El nutrirse por parte de varias disciplinas permitirá al Equipo de salud, ver al individuo como parte de un todo y sujeto de su propio acontecer, es decir ya no como objeto de su intervención, sino como sujeto-objeto de su intervención, tomando a la salud como un proceso histórico y social. Si la sexualidad evoluciona y se ve afectada por el propio entorno durante toda la vida y si entendemos a la salud sexual como la expresión positiva de la sexualidad, es que consideramos fundamental el papel del Equipo de salud en la educación sexual de la población adulta mayor, promoviendo por sobre todo la participación de la misma en la consecución de actitudes saludables para gozar del sexo en la madurez.




GOZAR DEL SEXO EN LA MADUREZ:


Si el aprendizaje sexual se da durante toda la vida, en la vejez se deberá aprender a convivir con los cambios psicológicos y biológicos que ella propone.


Envejecer no es sinónimo de enfermedad ni de senilidad. Los adultos mayores también necesitan satisfacer sus necesidades sexuales y afectivas, y aún ante la imposibilidad del coito pueden encontrar soluciones a través de conductas alternativas igualmente satisfactorias como el autoerotismo que no es privativo de la tercera edad, sino que en la actualidad se da en cualquier etapa etaria o con compañero los juegos sexuales, las caricias los masajes etc., que ayudan a alcanzar una vida sexual plena.

La vejez no es el final, puede ser el principio si reconocemos y asumimos nuestros cambios cuando llegan. Es una buena época para dar riendas a la imaginación y disfrutar de experiencias sexuales diferentes, siendo comunicativos creativos y huyendo de la monotonía, para asegurarse así una larga e integra vida sexual.







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